CONVERSACIONES CON MI GATO: Palabras para el silencio, de David de Molay.
EN LA MADRUGADA El alba y yo coincidimos en la madrugada, a ella la despertó una noche inquieta, y a mí, el agridulce olor de la mentira, a mis pies me encontré rota la esperanza, en mis manos un puñado de sentimientos difusos, a un lado, la sinrazón quebrada, y al otro lado, todas las promesas, y la verdad en el montón de la ropa vieja. La brisa inquieta se arremolina en el vacío, mientras el tiempo, seguro de sí mismo, cita al destino en compañía de las horas, que una, tras de la otra, van señalando mi camino. La difusa luz de los recuerdos intenta iluminar la oscuridad de mi interior; entretanto, la vida sigue remando a contracorriente en las procelosas aguas de la existencia; por la esquina de los acontecimientos se anuncia un nuevo día, será como todos: anónimo con la realidad e indiferente con todas mis necesidades, entretanto, en la madrugada, al alba la despertó una noche inquieta… ME DISTE Me diste una mirada y yo te abrí el cielo. Me dijiste dos palabras y yo, por ti, escri...