EFEMÉRIDES: Un libro de Gabriel García Márquez y ocho premios Nobel, por Luis Antonio Novella


 

¿De qué libro de Gabriel García Márquez estamos hablando?... ¿Quiénes son los ocho escritores que obtuvieron el premio Nobel?... Dos nuevos retos de Efemérides, en esta ocasión sobre personajes nacidos en marzo.

Este mes queremos jugar con uno de los 100 mejores libros en Castellano según el periódico El Mundo. El autor, Gabriel García Márquez, nació en Aracataca (Colombia), el 6 de marzo de 1927 y falleció en la ciudad de México el 17 de abril de 2014, fue escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista y se le concedió el Premio Nobel de Literatura en 1982.


AUTOR DEL MES

La novela se publicó por primera vez el mismo año en que en España se dio un golpe de estado al entrar la Guardia Civil en el Congreso de los Diputados.  La historia que cuenta la novela, está basada en un suceso real ocurrido en 1951, en un pequeño pueblo de la costa del Caribe, en el que un recién casado descubre, en la noche de bodas, que su esposa no es virgen y la devuelve a casa de sus padres. Ella, a fuerza de golpes, culpa a un vecino del pueblo. Los hermanos de la novia, queriendo defender el honor familiar, anuncian a la mayoría del pueblo que matarán al culpable de tal ofensa, el cual no se entera hasta minutos antes de morir. Es una novela rápida, que sigue paso a paso, los sucesos con una gran riqueza en la descripción de los personajes. El material narrativo se dispone de manera que, pese a anunciarse el desenlace en la primera página, mantiene el interés del lector durante toda la novela; solo en el último capítulo se llega a comprender el cúmulo de fatales circunstancias que condujo a un crimen tan fácilmente evitable y que nadie deseaba.



PREGUNTAS

¿En qué año se publicó la novela?

¿Quiénes eran los recién casados?

¿Quién es el joven al que asesinan?

¿Cómo se llama la hacienda que dirige?

¿Quiénes son los asesinos?

¿Quién les requisó los cuchillos a los asesinos?

¿Con quién discute el muerto antes de morir?

¿Quién hace la Autopsia?

¿Quién era Leandro Pornoy?

Personaje colectivo que conoce de antemano la suerte de Santiago y no hace nada para evitarlo. ¿Quién es?

¿Quién es el narrador?

¿Cómo se titula el libro?



PREMIOS NOBEL DEL MES

         En el mes de marzo nacieron nueve premios Nobel de Literatura, de los cuales tres fueron de habla hispana, aunque en este caso, ningún español, y entre ellos, claro está, el que hemos utilizado como personaje del mes. Pues bien, teniendo tanto material con el que poder jugar, simplemente os vamos a colocar un fragmento de cualquier obra de los mismos y vosotros deberéis saber a quién le corresponde cada uno. ¿Os damos los nombres?... Pues no, eso sería demasiado fácil, pero los vamos a hacer cronológicamente, desde el más antiguo al más reciente, y una foto de cada uno, aunque éstas sin orden ni concierto, para que no os quejéis.

         Bueno, disfrutad de ellos…

 

Aquí  todas las lilas 
en la tarde fenecen,
todos los cantos de las aves pasan.
¡Yo sueño con estíos que perfuman
eternamente!

Aquí los labios besan
con un calor muy breve.
Yo sueño con besos que no terminan jamás... 

Aquí a todos los hombres
esclaviza la muerte,
todos lloran amores o amistades.
Yo sueño  con lazos que  perduran
eternamente...

 

¡Resiste y espera dignamente!
en una hora
tu cuarto será el sol entero.
En la primera, donde cuelgan las campanas,
tras largo rato la chispa reducida
va a la ventana del vigilante
Quien de noche vive a solas
la tormenta de campanas, a veces con miedo,
pero lo consuela la luz temprana del sol.

 

Quién construyó en profundas calles,
chozas y chozas que se atrevían a inclinarse
las campanas nunca lo asustaron,
el trueno nunca lo inquietó
aunque su tardía mañana fuera gris.

 

Alto y bajo tiene alegría y tristeza
decirle de la envidia idiota
de otras miserias se tienen otras delicias.

 

¡Resiste y espera dignamente!
en una hora
tu cuarto será el sol entero.

 

" La salud, la felicidad: unas anteojeras. La enfermedad hace por fin lúcido (las mejores condiciones para comprenderse bien y comprender bien al hombre serían haber estado enfermo y recuperar la salud). Siento vehementes deseos de escribir: El hombre que ha gozado siempre de buena salud es fatalmente un imbécil. "

 

Sin color, sin cuerpo 
este cariño que vaga 
disperso, apiñado, 
una y otra vez disperso, 
palpita sin embargo 
en el bocado de la manzana, 
en la incisión del higo,
en una cereza grana, 
en el grano de un racimo. 
Tanta Afrodita difusa por el aire 
dará sed y palidez 
a una boca y a otra boca 
sin color, sin cuerpo.

 

…haciendo algo que desde hacía mucho tiempo deseaba que se pudiera hacer, pero que nunca se había imaginado que en realidad se pudiera hacer, sin saber cómo lo estaba haciendo porque no sabía dónde estaban los pies y dónde la cabeza, ni los pies de quién ni la cabeza de quién, y sintiendo que no podía resistir más el rumor glacial de sus riñones y el aire de sus tripas, y el miedo, y el ansia atolondrada de huir y al mismo tiempo de quedarse para siempre en aquel silencio exasperado y aquella soledad espantosa.

 

Dos cuerpos frente a frente 
son a veces dos olas 
y la noche es océano. 

Dos cuerpos frente a frente 
son a veces dos piedras 
y la noche desierto. 

Dos cuerpos frente a frente 
son a veces raíces 
en la noche enlazadas. 

Dos cuerpos frente a frente 
son a veces navajas 
y la noche relámpago. 

Dos cuerpos frente a frente 
son dos astros que caen 
en un cielo vacío.

 

" ¿El pueblo pide una auténtica justicia? Nosotros en cambio conseguimos que se conforme con una menos injusta. Los trabajadores gritan basta ya de la vergüenza de la explotación bestial, y nosotros procuraremos sobre todo que no se avergüencen más; pero que sigan siendo explotados... quieren no morir más en las fábricas, y nosotros pondremos alguna protección complementaria, algún premio para las viudas. Quieren ver como desaparecen las clases... y nosotros haremos que ya no haya tanta diferencia, o mejor aún, ¡qué no se note tanto! Ellos quieren la revolución... y nosotros les daremos reformas, muchas reformas... los ahogaremos en reformas. O mejor aún, los ahogaremos en promesas de reformas, ¡porque tampoco se las daremos nunca!"

 

" Cuando salía para la escuela, también mi madrastra se sinceró conmigo. Estábamos a solas, en la entrada de casa y me dijo que en aquel día tan triste para todos nosotros esperaba "contar con un comportamiento adecuado" por mi parte. No sabía qué responderle, así pues, no dije nada. Quizá haya interpretado mal mi silencio, porque continuó diciéndome que no había querido herir mi sensibilidad y que sabía que su advertencia era, en realidad, innecesaria. Estaba segura de que yo, un muchacho de quince años, era perfectamente capaz de calibrar la "gravedad del golpe que habíamos recibido"; ésas fueron sus palabras. Asentí con la cabeza y vi que con eso le bastaba. Entonces, hizo un gesto con la mano, y temí que fuera a abrazarme. No lo hizo, se limitó a soltar un largo y profundo suspiro entrecortado. Me di cuenta de que sus ojos se ponían húmedos; me sentí incómodo. Después, me dejó ir. Fui andando desde la escuela hasta el almacén. Era una mañana limpia y tibia para ser el principio de la primavera. Hubiera podido desabrochar mi abrigo, pero desistí: la ligera brisa podía haber hecho que las solapas hubieran ocultado de manera antirreglamentaria mi estrella amarilla. "

 

En ese tiempo remoto, yo era muy joven y vivía con mis abuelos en una quinta de paredes blancas de la calle Ocharán, en Miraflores. Estudiaba en San Marcos, Derecho, creo, resignado a ganarme más tarde la vida con una profesión liberal, aunque, en el fondo, me hubiera gustado más llegar a ser un escritor. Tenía un trabajo de título pomposo, sueldo modesto, apropiaciones ilícitas y horario elástico: director de Informaciones de Radio Panamericana. Consistía en recortar las noticias interesantes que aparecían en los diarios y maquillarlas un poco para que se leyeran en los boletines. 
La redacción a mis órdenes era un muchacho de pelos engomados y amante de las catástrofes llamado Pascual. Había boletines cada hora, de un minuto, salvo los de mediodía y de las nueve, que eran de quince, pero nosotros preparábamos varios a la vez, de modo que yo andaba mucho en la calle, tomando cafecitos en la Colmena, alguna vez en clases, o en las oficinas de Radio Central, más animadas que las de mi trabajo. 



Visitas recibidas  por esta página hasta el 5 / 2 / 2021:

1,631

Comentarios

Entradas populares de este blog

NUESTRAS PUBLICACIONES: Carpe Diem, de Antonio Cruzans Gonzalvo, Ancrugon

ÉRASE UNA VEZ: Dejar a Matilde, de Alberto Moravia, por Melquíades Walker

Wordsmithing / Palabreando: Season’s Greetings! Happy holidays! Merry Christmas!, por Clare Treleaven.